Buceo en Ko Lipe 1 - Morenas, pez ángel, pez globo

El 30 de marzo nos levantamos pronto por la mañana y fuimos al curso de buceo. Realmente no hay mucho que contar. A esto le llamo yo pasión de escritor. Primero fuimos a la playa y cogimos un barquito pequeño para llegar al barco grande, que estaba fondeado en aguas más profundas. La de abajo es nuestra "profe". Se llama Annika, es sueca, tiene 24 primaveras y una profesionalidad dando clases que ya la querrían muchos de 40. Me dejó impresionada. El buceo es su vida profesional, así que aunque pasa tiempos en Suecia, la mayoría del tiempo va cambiando de país según las temporadas de buceo. 

Con el barco grande viajamos un poco hasta el Parque Protegido de Tarutao. Todas las inmersiones no las hicimos en el mismo Ko Lipe, sino en el Parque que está en el mismo archipiélago que Ko Lipe. Son todo islas deshabitadas. En el barco nos ponemos el equipo. Esto es sólo una frase, pero la primera vez es complicado. Te explican como va todo, los distintos sistemas que tienes que controlar mientras buceas - el regulador, el medidor de profundidad, el de la presión de la bombona -, cómo ponerte las cosas, y una vez que consigues -sentado - que la profe te diga que está todo bien, te levantas con una bombona llena de aire a presión a las espaldas. En ese momento descubres que tu profe de química tenía razón, y que el aire pesa.

Y cuando ya tenemos todo...

¡Al agua! Qué bien, en el agua el profe de química deja de tener razón. 

Los dos teníamos nuestras dudas con el buceo. A Miguel le dolían los senos (los del cráneo, todavía no está tan gordo) cuando buceaba con tubo a unos 2m, y yo presentía que eso de verme en medio de un vacío azul en el que estás totalmente expuesto, pudiendo venir un bicho gordo desde cualquier dirección, puede ser que me pusiese un poco nerviosa.

Lo cierto es que los dos bien. Miguel aprendió a ecualizar las presiones de los senos con la de los pulmones para que no le doliesen, y a mí no me asustó. La profe era muy buena y daba mucha confianza, pero lo cierto es que casi siempre buceas con una pared al lado, que es donde están los bichos, así que no es tan expuesto como yo me pensaba. Es como estar volando dentro de la pantalla de la tele cuando echan los documentales de la dos. 

Y así una vez por la mañana y otra por la tarde. Comiendo en el barco entremedias. Las inmersiones son de unos 40 - 45 minutos, y entre medios hay que dejar tiempo para que el organismo vaya liberando el nitrógeno de más que consumes cuando estás bajo agua. 

¿Y qué se hace en el curso de buceo? Pues aprender a quitarse y ponerse la máscara debajo del agua, mantener el equilibrio y no subir y bajar descontroladamente, compartir la bombona por si uno se queda sin oxígeno... Eso por la mañana. Por la tarde nos vamos a arrecifes a ver corales y muchos bichos. Lo peor, aprender a quitarse la máscara y a ponérsela bajo agua, sobre todo si no sabes respirar sólo por la boca como es mi caso. 

Y luego, a la playa de Ko Lipe otra vez. 

Después de cenar seguimos teniendo vídeos y clases teóricas. El buceo es diver, pero es cansado, tela. Yo a estas alturas ya quería irme a mi bungalow, y puede ser - sólo puede ser - que se me cerrasen los ojos durante alguno de los vídeos. Nos mandan deberes, y nosotros nos los llevamos al bungalow para hacerlos en el porche con un par de mojitos.

Aunque bueno, Lucía por la noche después de un par de mojitos hace deberes sólo regular.