Tras dejar las cosas en el hotel, estuvimos dando unas vueltas.
Había muchos puestos de durian por la calle, la fruta pinchante apestosa.
Y puestos callejeros de pinchitos de los que se encuentran por toda Asia.
Para ver la ciudad por la noche, decidimos subir a algún sitio alto. El edificio alto más famoso son las torrres Petronas, pero lo malo de subir a ellas es que entonces no las ves, así que nos subimos a la torre de televisión, como el Pirulí, que no está lejos.
Y no tengo más fotos, así que lo dejo ya aquí.
Yo sí que tengo alguna más, por ejemplo las Petronas en más bonitas:
O la foto de la torre desde la que las vimos (creo que era Skytower, era como entrar en Disneyworld)
Y como siempre, yo tengo fotos de comida. Esa noche nos diluvió volviendo al hotel, así que nos metimos a cenar en un centro comercial, que en Asia siempre tienen un piso o al menos una zona muy grande dedicada a restuarantes de muchos tipos. Nos cautivó un japonés con plancha. Ya se que no es malayo, pero es que olía bien y estaba lleno, factores ambos que puntúan muy alto en mi escala de selección de sitios de comer.
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